V Evento Proyecto ÚNICAS

Nos hemos juntado un BUEN grupo de mujeres, usuarias y trabajadoras, para asistir al V evento del Proyecto Únicas, organizado por el CERMI Región de Murcia.

El evento ha tenido un nivel espectacular, empezando por las personalidades y autoridades subidas al estrado. Lo ha presentado Teresa Lajarín, presidenta de la Comisión de Mujeres e Igualdad de CERMI y presidenta del Consejo Territorial de ONCE en Murcia, junto a ella, lo han inaugurado la Consejera de Política social de la Región de Murcia, Conchita Ruiz y la Directora general de Mujer y Prevención de la Violencia de Género, Ana Belén Martínez Garrido.

Laura Parra Sánchez, coordinadora del proyecto nos contó los logros conseguidos a través de este proyecto y cómo se pretende llegar a 500 mujeres más, enfocándose este año en el ámbito rural murciano. Chitina Martínez, quien ha sido reconocida con la distinción “Mujer del Año 2025”, sanitaria de espectacular trayectoria en el ámbito y actual vicepresidenta de AFACMUR (Asociación de Familiares de Niños con Cáncer de la Región de Murcia)

Al acto acudimos mujeres y asociaciones de Abarán, Águilas, Beniel, Cartagena, Pliego, Murcia, Molina, Torre Pacheco y un largo etcétera de municipios murcianos.

Nos han hablado de la importancia de tener una buena relación con la matrona de cada centro de salud, que es una figura con la que no solemos contar pero que es imprescindible en la vida de una mujer. Nos han informado de que actualmente, las matronas se están movilizando y están realizando talleres formativos para mujeres, sobre menstruación, menopausia y diversos temas de los que deberíamos estar plenamente informadas.

Cristina Abenza, compañera de AFESMO y Sofía Balsalobre subieron al escenario convertido ahora, en mesa de experiencias en primera persona.

Cristina, nos contaba su historia alrededor de la salud mental. Contó que, tras vivir hechos traumáticos de violencia machista, se contentó al ser madre de tres hijos, no quería tener hijas “para que no pasaran lo mismo que yo.” Una vez tuvo a sus hijos, pasó por una fase muy cruda en la que afirmaba que ya no quería tener cuerpo de mujer. “Anorexia, nadie me dijo que eso fuera una enfermedad mental.” Pasó por un trastorno de la conducta alimentaria y lo superó, pero con muchas piedras en su camino: que los ginecólogos a los que tenía que asistir fueran hombres, por ejemplo, era una de las cosas que más le dificultaba una salud física y mental estable.

A nivel psiquiátrico los problemas se multiplicaban: desde no explicarle los efectos secundarios de su medicación: “por una pastillita que me dieron, se me retiro la menstruación a los 45 años. ¿Y ahora qué? ¿A quién acudo?”; hasta pasar por el trato de algunos de los psiquiatras que visitó: “ni si quiera te miran a la cara cuando tratan contigo.”

Reivindicó que no son las pacientes las que tienen que ir a buscar explicaciones sino los profesionales los que te las tienen que dar desde el principio. Puso mucha importancia en no estigmatizar a las personas diagnosticadas con algún trastorno mental, ya que estas personas son muy vulnerables a muchos niveles y el nivel médico no se queda atrás. Casi no le detectaron un tumor en la cabeza “por ser de esas”. “Ser de esas” se refiere a ser una persona diagnosticada con un trastorno mental. Gracias a un médico que la escuchó y no dijo que solo somatizaba, le hicieron una resonancia, lo detectaron y hoy está a salvo.

Es recurrente que desde el sector médico se nos dé a las mujeres, y más aún a las que tenemos un diagnóstico o una discapacidad, ese diagnóstico sentenciador: “somatizas”.

Acabó con un contundente mensaje:

“Las personas… las mujeres… las mujeres con discapacidad…: somos válidas. No tengáis miedo a las reclamaciones, ¡que se acumulen! Esto servirá para las siguientes.”

Sofía en cambio, en su intervención nos habló de una discapacidad física adquirida. Empezó su discurso hablando de la importancia en la formación de los profesionales. Si no saben de algo específico por no estar tan generalizado, estaría bien que tuvieran una formación básica para saber a quién derivar. Nos contó la increíble falta de adaptación de los hospitales ante ciertos cuerpos. Por ejemplo, ella, con una lesión medular a nivel del pecho, al quedarse embarazada, era su marido quien la subía al potro de ginecología, no tenía lugar donde pesarse… Fue ella la que tuvo que conectar personalmente a varios profesionales entre hospitales.

Nos contó malas experiencias con profesionales sanitarias que llegaron a poner en cuestión su decisión de quedarse embarazada, ella increíblemente serena, contestó que el problema no era ella, sino la adaptación del entorno. Que su casa estaba perfectamente adaptada para su vida y su inminente papel de madre. Era el hospital el que daba problemas al no contar con las medidas adecuadas, y por lo tanto necesitaba unos cuidados especiales, que muchas veces tampoco le cubrían los profesionales correspondientes, por ejemplo, para el simple hecho de ir al baño.

Concluyó su intervención animándonos a “tener el coraje de hablar y de ayudar a las demás a que lo tengan”.

No pudo haber mejor final de la jornada que con Teresa Lajarín informando de que al día siguiente del evento (el 13 de marzo) por primera vez en la historia de la región un grupo de mujeres con discapacidad se va a asentar en el pleno regional.

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